**Camino lentamente, con pasos casi sigilosos e imperceptibles, y me adentro en el lavabo de caballeros, me dispongo a lavarme las manos y el rostro, observando la sublime elegancia de aquello baños...
-Bastante pulcros ¿eh?
Decia yo, en voz alta, como un pensamiento que se me escapa y se escucha en el ambiente, como un eco finito, con mi mano derecha abro la llave que indicaba agua fria, y procedo a lavarme las manos, luego, recordando el uso del jabón, le sujeto firmemente con mi mano izquierda ya que se encontraba no muy distante de mi, quizá a un metro y 10 cm de distancia, luego, de enjuagar mis manos, procedo a lavar mi rostro, poco sudoroso, y con suma armonia, termino de secarme, en una toalla cercana, camino lentamente y...antes de abrir la puerta, pensé en que habia dejado el jabón fuera de su sitio, regreso, lo coloco en su espacio original, y ahora si, me disponia a marcharme tranquilamente...no sin antes suspirar por pensamientos reflexivos de corte negativo**
**Salgo del baño**